En todas las culturas la familia forma a todos
sus integrantes con un sentimiento de identidad
propio, un sentimiento de identidad y un sentido de separación. En el núcleo familiar
es donde se incorporan estos. En los procesos precoces de formación, las
familias moldean y programan la conducta
del niño y el sentido de la humanidad. El sentido de identidad de cada miembro
se encentra influido por su sentido de pertenencia a una familia específica.
El sentido de separación y
de individuación se logra a través de la
participación en diferentes subsistemas familiares en diferentes contextos
familiares. El niño y familia crecen en
conjuntos y la acomodación de la familia a las necesidades del niño delimita áreas
de autonomía que el experimenta como separación. El sentido de identidad de
cada individuo es influido por su sentido de pertenencia a diferentes grupos,
los componentes del sentido de identidad
de un individuo se modifican y permanecen constantes.
La persona psicológica que escribe ensayos, marca puntos
en un juego y cruza calles, permanece como una entidad identificable entre
partes interiores inestables y contextos exteriores a los que se encuentra
ligado y al mismo tiempo, profundamente separado. “Roger Barker”. Según lo anterior la persona psicológica, que es
una entidad separada, se encuentra vinculada con contextos exteriores. Aun siendo
la familia la matriz del desarrollo psicosocial de sus miembros también esta
debe acomodarse a la sociedad y garantizar alguna continuidad a su cultura. Los
ataques contra la familia son muy típicos de los periodos de revolucionarios. Las
revoluciones francesa, rusa, china, carcomieron la estructura familiar
tradicional de estos países, es un intento para acelerar el progreso hacia un
nuevo orden social. El kibutz israelí constituye otro ejemplo del mismo proceso
social.
“las leyes rusas referentes
a la familia en el transcurso y después de su revolución ilustran este proceso. En los años de la década de
1920 a 1930, las leyes que regulaban el matrimonio, el divorcio y el aborto
tendieron hacia la disolución de la familia. Pero en la década de 1930 a 1940,
cuando Rusia se orientaba hacia la cristalización de sus nuevas
normas sociales, las leyes se modificaron para consolidar la continuidad
familiar”. Los conceptos de las funciones familiares también cambian a la
medida que se modifica la sociedad, el nuevo movimiento feminista también ha atacado a la familia, describiéndola
como trinchera de chauvinismo masculino, dado esto la familia cambiara a medida
que la sociedad. La sociedad masai poseía una cultura de los grupos adolecentes que era
en gran medida independiente pero que se le asignaba algunas tareas específicas
que el grupo debía realizar bajo la supervisión permisiva de los guerreros de la tribu. Cuando
la familia deja de ocuparse de sus
hijos, los deja a cargo de sistemas de apoyo inadecuados, no es sorprendente
que la crisis de identidad de los adolescentes
hayan dado lugar a un cierto número de fenómenos sociales antinómicos.
Los cambios se deben
orientan siempre desde la sociedad hacia la familia, nunca desde la unidad más pequeña
a la mayor, cuanto mayor flexibilidad y adaptabilidad requiera la sociedad de
sus miembros, más significativa será la familia como matriz del desarrollo
psicosocial.
La familia es un
sistema abierto en trasformación, es
decir que constantemente recibe y envía descargas de él y desde el medio extra
familiar, y se adapta a las diferentes demandas de las etapas de desarrollo que
enfrenta. La imagen de personas que viven en armonía, enfrentando descargas sociales
sin irritarse y cooperando siempre mutuamente se derrumba tan pronto como se
observa a cualquier familia con sus problemáticas corrientes. Freud señalo que
la terapia modifica las pautas neuróticas
convirtiéndolas en las miserias normales de la vida. Las familias tanto normal
como anormal no se distinguir por ausencia de problemas.
La familia como un sistema
que opera dentro de los contextos sociales específicos tiene tres componentes:
1.
La estructura de una familia es la de un
sistema sociocultural abierto en un proceso de formación.
2.
La familia muestra un desarrollo desplazándose a través de un cierto número de
etapas que exigen una reestructuración.
3.
La familia se adapta a las circunstancias
cambiantes de modo tal que mantienen una continuidad y fomenta el crecimiento
psicosocial de cada miembro.
Estructura
familiar
La estructura familiar es el
conjunto invisible de demandas funcionales que organizan los modos en que interactúan los miembros de una
familia. Una familia es un sistema que opera a través de pautas
transaccionales. Las transacciones repetidas establecen pautas acerca de qué manera, cuando y con quien relacionarse,
y estas pautas apuntalan el sistema. Las operaciones repetidas en esos términos
constituyen una pauta transaccional.
Las pautas transaccionales
regulan la conducta de los miembros de la familia. Hay dos tipos de sistemas de
coacción.
1.
El primer es genérico e implica las reglas
universales que gobiernan la organización familiar.
2.
El segundo sistema de coacción es idiosincrásico,
e implica las expectativas mutuas de los miembros de la familia.
La familia
debe responder a cambios internos y externos y, por lo tanto, debe ser capaz de
transformarse de modo tal que le permita encarar nuevas circunstancias sin
perder la continuidad que proporciona un
marco de referencias a sus miembros. Cada individuo pertenece a diferentes
subsistemas en los que posee diferentes niveles de poder y en los que aprende
habilidades diferenciadas. Las ´personas se acomodan en forma de caleidoscopio
para poder lograr la reciprocidad que posibilita las relaciones humanas.
LIMITES: los
límites de un subsistema esta constituidos por las reglas que definen participar,
y de qué manera. La función de los límites reside en proteger la diferenciación
del sistema. Todo subsistema posee funciones específicas y plantea demandas específicas
a sus miembros, y el desarrollo de las habilidades interpersonales que se logra
en un subsistema, es afirmado en la libertad de los subsistemas de la
interferencia por parte de otros subsistemas. La claridad de los límites en el
interior de una familia constituye un parámetro útil para la evaluación de su funcionamiento.
EL SUBSISTEMA CONYUGAL: El
subsistema conyugal se constituye cuando dos adultos de sexo diferentes se unen
con la intensión expresa de constituir una familia, el subsistema conyugal
puede convertirse en un refugio ante los
stress externos y en la matriz para el contacto con otros sistemas sociales. El
subsistema conyugal debe llegar a un límite que lo proteja de la interferencia
de las demandas y necesidades de otros sistemas; en particular cuando la
familia tiene hijos.
EL SUBSISTEMA PARENTAL:
Cuando nace el primer hijo se alcanza un nuevo nivel de formación familiar. En una
familia intacta el subsistema conyugal
debe diferenciarse entonces para desempeñar las tareas de socializar un hijo
sin renuncias al mutuo apoyo que caracteriza al subsistema conyugal. El subsistema
parental debe adaptarse a los nuevos factores que actúan en el marco de la socialización.
La relación
de paternidad requiere la capacidad de alimentación, guía y control. Las proporciones
de estos elementos dependen de las necesidades de desarrollo del niño y de las
capacidades de los padres. Los hijos y los padre, y en algunos casos los terapeutas,
describen frecuentemente al ideal familiar como una democracia. El apoyo del terapeuta
al subsistema parental puede entrar en conflicto con el objetivo terapéutico de
apoyar la autonomía de los hijos. Cuando los niños se ponen en contacto con el
mundo de sus iguales extra familiares, intentan actuar de acuerdo con las
pautas del mundo fraterno.
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